El origen del té
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¿Sabías que el té es la segunda bebida más consumida del mundo después del agua? Existen alrededor de 3.000 variedades en el mundo para disfrutar y aprovechar sus beneficios. Conozcamos un poco más sobre el origen del té.
Según una la leyenda china, el emperador Shen Nung descubre las propiedades y beneficios del té de una manera accidentada. Un día, cuando Shen Nung estaba descansando bajo un árbol de té silvestre, algunas hojas cayeron en el agua que estaba hirviendo. La infusión resultante le pareció deliciosamente refrescante y reconstituyente y así fue como lo descubrió.
La popularidad del té creció rápidamente en China. Los comerciantes de té se enriquecieron y los alfareros, plateros y herreros empezaron a fabricar elegantes artículos para tomarlo.
La «edad de oro» del té se da en la época de la dinastía Tang. El té ya no era sólo una unfusión medicinal, también se bebía por placer.
El té adquirió tal importancia, que un grupo de comerciantes le encargaron un escritor que compilara el primer libro sobre té, «Su Cha Ching», conocido como el «Libro Sagrado del Té.
En la época de la dinastía Tang, el té se presentaba en formas de pastillas. Las hojas tiernas recolectadas se hervían al vapor, se machacaban y se mezclaban con jugo de ciruela, hasta obtener una pasta compacta que se introducía en moldes, donde se prensaba para formar una especie de pastillas que se horneaban hasta quedar secas. Para preparar una infusión, se tostaba la pastilla hasta ablandarla para poder triturarla y se hervía el polvo resultante. Los sabores más habituales se obtenían añadiendo al agua cebollas dulces, jengibre, piel de naranja, clavos o menta.
Más tarde, durante la dinastía Song, se preferían los aromas sutiles de los aceites esenciales de jazmín, de loto y de crisantemo.
¿Tú qué aroma prefieres?